Decorar un árbol de Navidad es una tradición que nos viene del  Norte de Europa y de EU. La influencia de estados unidos de las películas en nuestra sociedad  es tal que ha llegado al punto que si no hay árbol de Navidad no es Navidad. Desengañemos, nuestros abuelos no tenían ningún árbol y disfrutaban del ambiente Navideño sin problemas. Ahora bien, para los amantes de la decoración montar un árbol es un experiencia que realiza muchísimo y no falta decir que a los niños les encanta.

Y que pasa cuando no hay espacio suficiente en el salón? Es verdad, a veces en un piso pequeño llenarlo de cosas te puede hacer pasar las fiestas como en una lata de anchoas. No hace falta renunciar ni al belén ni al árbol, pero si a que uno de los dos tenga un tamaño grande. Si se opta por la opción de Belén grande se puede hacer una maqueta de Belén y en una estantería poner un arbolito pequeño decorado. O al inrevés en una estantería ponéis una cueva con un nacimiento y en algún rincón decoráis un precioso árbol.

Un consejo para los arbolitos pequeños. No bajéis al chino a por un arbolito pequeño, normalmente los diseños que tiene son de un gusto dudoso. Es un poco complicado encontrarlos bonitos.  En las floristerías que venden decoración de Navidad suelen tenerlos muy bonitos. Para presupuestos ajustados lo mejor es comprar un árbol de color verde natural y decorarlo vosotros mismos con cintas y pequeños ornamentos.